República Checa: Praga, ciudad vieja

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El vuelo de Paris a Praga fue turbulento, terrible para mí ya que odio volar precisamente por las turbulencias, pero estoy viva y las soporté (no me quedaba otra jeje). Durante 10 días disfruté de esta bella ciudad y sus rincones ocultos.

En la plaza de la Ciudad Vieja, Praga

Praga, es la capital de República Checa (antigua parte de la conocida Checoslovaquia), es pequeña, tiene 1.200.000 habitantes. No esperaba mucho de la ciudad ya que no tenía mayores referencias, pero en realidad me encantó. Su arquitectura es fantástica! Estilo barroco rococó en todo su esplendor!! Edificio tras edificio con ese estilo, colores, detalles, figuras, un sin fin de decoraciones varias, que maravilla a la vista en cada rincón en donde se esté. Las calles son lo que siempre esperé ver de una ciudad europea, sobre todo cuando visité Europa por primera vez el 2010. Recovecos varios donde caminas y te encuentras con pasadizos, cruces entre edificios, pequeños túneles que llevan a otras calles, pasillos angostos que están lleno de comercio y uno que otro cafecito, en medio de árboles y maceteros con flores… eso siempre quise ver y aquí estaba: en Praga.
Praga sufrió invasiones nazis y luego la soviética, teniendo un régimen comunista por años. Es por eso que la gente principalmente la de mayor edad es fría, apática y poco amable. En cambio, la joven de 20 y 30 años principalmente, se maneja mucho con el inglés y es más amable, ya que varios de ellos no estaban bajo ese régimen y han tenido la experiencia de viajar conociendo otros lugares, viviendo con otras culturas, logrando esta visión más cosmopolita. Su mentalidad y tipo de vida es diferente.

Catedral de San Vito

Uno de los atractivos más llamativos de Praga es sin duda su castillo y el puente Carlos IV, lleno de historia y estatuas, además del comercio y artistas ambulantes (grupos musicales, señor con copas musicales, etc.) El castillo, es una ciudadela que en realidad lo que llama la atención ahí es la Catedral de San Vito, de un estilo gótico impresionante!! Con unas torres altas y tan difícil de terminar como la Sagrada Familia de Barcelona. Estuvo como 150 años en proceso de construcción. Es bellísima!! En su interior destacan los vitrales estilo gótico fantásticos, que obviamente vale completamente la pena conocer. La ciudadela del palacio es impresionante también, llena de iglesias y casas varias. Aquí destacan varios tipos de edificaciones, desde góticos, barrocos hasta incluso coloniales, muy parecidas a las que tenemos en Chile.
En cuanto a la comida, sin duda el creppes (panqueque) con canela en polvo es una delicia!! Bien vale la pena probar. El choricillo de jabalí y ciervo, también fue otra “excentricidad” que probé en esos lados. Todo esto lo venden en miles de puestitos que se encuentran en plena plaza mayor de Praga, así mismo el té helado con limón, una delicia!, que compré cada vez que pasamos por esos lugares.

Reloj astronómico de Praga

Otro atractivo imperdible, es el reloj astronómico construido en la época medieval. Es fantástico, como en la época pudieron construir tal sofisticado y enredado reloj. Digo enredado, porque es bastante difícil ver la hora allí entre tanta esfera y dibujo. Está en un costado de la torre del ayuntamiento. Sólo queda la torre, ya que el ayuntamiento mismo, el edificio, fue bombardeado el día antes de que acabara la 2° Guerra Mundial, así que ahí queda un pequeño vestigio de muro, de lo que era hasta el día de hoy.

Perderse por las calles de Praga es perderse en el tiempo Europeo, sin duda una maravillosa ciudad para disfrutar un par de días. .