Hace días que Chile vive una crisis política y ciudadana, no vista desde los años 80 en plena Dictadura. Yo era muy niña para recordarla, pero mis padres son quienes vivieron los hechos que allí se manifestaron. Solo lo había visto en los libros o en la historia que les conté a mis estudiantes por años, pero esta vez me encontraba haciendo la fila por comida en una época donde todo lo consigo por Internet y por mi cabeza se me pasa el pensamiento ¿tendré que ser yo una migrante en otro país, así como cuantos hermanos latinoamericanos lo han hecho en el mío?
No me gusta caracterizar o perfilar encasillando en conceptos a las generaciones que han pasado a lo largo de la historia, pero hoy tomaré el concepto “millennials”.
Hoy, en varios negocios de barrio mientras hacía fila para comprar algunos enceres, vi y escuché a varios jóvenes conocidos como millennials. Trabajo con ellos y busco formas para comprender su forma de aprender y cómo podemos desarrollar sus habilidades de mejor forma con la docencia.
Mientras los “inmigrantes digitales” estábamos de pie en la fila, mirando lo que queda en el minimarket para saber qué comprar de primera necesidad entre arroz, fideos, pan o harina para hacerlo, los millennials buscaban helado por el calor del día. Incluso no había el sabor que deseaban y hacían consultas a viva voz al vendedor por si tenían “en bodega”. Los inmigrantes se miraban y sonreían por las “preguntas” que hacían estos jóvenes.
Los millennials nacieron en un mundo donde tienen todo a su mano: educación, viajes, un mundo de oportunidades y de cumplir sueños. Si no existe en la esquina o en el país, lo compra por internet. No hago referencia a la pobreza de nuestro país o a la desigualdad en la que se vive, sino que a un genérico de lo que se entiende como sociedad globalizada. Una vez que escuché a estos jóvenes en el minimarket comprando helado o preguntando por qué piden harina (para hacer el pan en casa), me pregunto ¿nuestros jóvenes están preparados para una crisis social? ¿de qué forma su rápida frustración y ansiedad puede ser un problema para lograr tomar las mejores decisiones en estos casos? Decisión tan simple como ¿qué llevo de primera necesidad?… llevo harina y hago pan en casa.
Pero a la vez, los millennials comenzaron el “Despertar de Chile” (como fue llamado a este accionar), con la evasión del metro de Santiago. Sin duda fue el “vamos” a las manifestaciones ciudadanas en todos los ámbitos sociales (otro tema son los saqueos y destrozos que no va en esta nota porque no es el foco), los mismos que buscan un helado y no pan o harina, son quienes comenzaron una revolución no vista en democracia desde el 90 en Chile, donde la prensa los ha señalado como los que «no tienen miedo a morir» por enfrentar cara a cara con las armas militares.